(3) La herencia española y el retardamiento capitalista
Reflexiones sobre los 7 ensayos: El problema de la tierra
"No renegamos, propiamente, la herencia española; renegamos la herencia feudal."
José Carlos Mariátegui, El problema de la tierra.
Luego, en el Perú, el "liberalismo teórico" no aprovecho las formas organizativas de los indios; sus comunas, demuestra el autor, producen más estando a cargo del natural que del señor feudal. Liberalismo, entendido como en Norte América, nunca se expreso en el Perú; luego de varias reformas (y eso incluye aquellas establecidas desde 1495 sobre "las indias") que trataban de "favorecer" al indígena, se comprobó que no pasaban de la literatura jurídica, no se cumplían y no podían cumplirse: el feudo había debilitado el poder político y establecido propias relaciones personales de tipo hegelianas, de esclavo-amo.
Es importante resaltar el problema de la "tara colonial": es la herencia más detestable que aún en la actualidad merodea la sociedad Latinoamericana. No puede haber tanta coincidencia en que las personas aun se clasifiquen por su color de piel o por sus apellidos: es el resultado de la tara colonial, del control del blanco español sobre el marrón nativo. Además, si somos honestos, hemos de considerar que es un error social-hereditario que no se puede controlar y, lamentablemente, está presente en toda Hispano-américa. Que los indígenas se sientan inferiores no es culpa, actualmente, de las personas que somos ajenos a su cultura, es culpa de esa herencia que muchas veces sale a flote en actividades y acercamientos cotidianos; resaltar a una persona su "apariencia indigna" solo resucita ese nefasto sentimiento colonial y da génesis al odio: odio del uno con el otro, siendo ambos habitantes de la misma tierra y la misma especie.
Acerca de la independencia, primero en Norteamérica, el autor hace énfasis que fue un movimiento netamente burgués y elitista; aquellos que propiciaron y pusieron en marcha la independencia eran, a lo mucho, "descendientes americanos de las dos primeras clases que recibían alguna educación en América". y no fue distinto en Hispano-américa. Así las nuevas repúblicas latinas tenían solidas bases liberales y burguesas; el campesino indígena, cuya participación en el proceso se ignoro, quedo sujeto al mismo feudalismo colonial a manos de otros patronos: sus coetáneos latinoamericanos.
Después, Mariátegui describe la relación e la figura <comuna> con los diferentes regímenes políticos que soportó Perú. Ninguno aprovecho el prospero trabajo que podían hacer los nativos aprovechando su cultura: la camaradería, la responsabilidad social y el comunitarismo vecinal.
El problema no es el liberalismo, dice Mariátegui, el problema es la in-aplicación del mismo en la realidad peruana. El socialismo contemporáneo dice, "es la antítesis del liberalismo; pero nace de su entraña se nutre de su experiencia. No desdeña ninguna de sus conquistas intelectuales. No escarnece y vilipendia sus limitaciones. Aprecia y comprende todo lo que en la idea liberal hay de positivo: condena y ataca solo lo que e esta idea hay de negativo y temporal."
Entonces nace la pregunta: ¿Es esta una postura extremista? Respuesta simple: no. Podemos ver en Mariátegui una postura digna de un intelectual; sin adoptar un comportamiento extremo, beligerante y pre-juicioso, aprende de las ideas y del conocimiento que le brinda la realidad. Busca una solución y no condena las corrientes que le contradicen, mas bien, aprende de ellas.
Referencias:
Mariátegui, José Carlos. (2007). El problema de la tierra. En 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. (pp. 39-85). Fundación Biblioteca Ayacucho.
Comentarios
Publicar un comentario